Mientras en los países occidentales se exagera el consumo infantil y juvenil de drogas hasta llegar a extremos ridículos, el uso masivo de pegamento y otros inhalantes entre los niños de la calle de los países en desarrollo se silencia o no se le da la importancia que merece. Casa Alianza intenta poner remedio a esta situación, con informes rigurosos sobre un asunto que debería ser prioritario en la política de drogas de la ONU.
Se calcula que unos veinte millones de niños consumen pegamento, sólo en Latinoamérica, y los controles que se ejercen sobre este producto en los países fabricantes no existen en el Tercer Mundo. Los responsables de esta verdadera guerra química contra los desechables están perfectamente identificados. Si la presión que se llevó a cabo contra la multinacional alemana Henkel consiguió que esta adoptara ciertas medidas que han evitado el desvío de sus productos hacia el consumo infantil, no ha ocurrido lo mismo con el fabricante del Resistol, la empresa estadounidense H.B. Fuller, que se ha venido negando reiteradamente durante más de una década a colaborar en la solución de este gravísimo problema de salud pública.
No es de extrañar, pues esta multinacional química ingresa mil millones de dólares al año, y una parte considerable de su clientela la forman estos niños. Puedes informarte sobre este escándalo, que pone en evidencia la flagrante hipocresía de la guerra contra las drogas, en la web de Casa Alianza
http://www.casa-alianza.org/ES/street-children/glue/docs/index.shtml
<__trans phrase="Posted by"> ddaa <__trans phrase="at"> 7 de Octubre 2003 a las 01:14 PM